La pregunta si estudias o trabajas ha sido sustituida por la de a qué te dedicas a medida que mi número de canas ha ido creciendo. Una vez me lo preguntó mi sobrino. Mil veces mi abuelo. Tú cuando me conociste y ayer mi posible nuevo cliente.
En una vida retórica me dedico a viajar, a observar, a leer, a disfrutar el momento y a contároslo. Por esto todavía no cobro.
En una vida real nos dedicamos a comunicar. Comunicamos productos, servicios, personas, …marcas, empresas, eventos, a ti.
Últimamente trabajo con un equipo de profesionales que se visten por los pies y no usan corbata.
Creamos tu marca. Diseñamos tu estrategia, te ponemos nombre, tu imagen corporativa, tu página web o tu blog. Tus redes sociales, generamos tus contenidos: una foto, un texto, dos posts, un video… y conversamos. Conversamos contigo y con tus clientes: ¿qué quieres que les digamos? Nosotros se lo contamos todo porque con ellos no podemos tener secretos.
Estamos receptivos a todo lo que nos planteéis y ¿cuánto costamos? eso lo hablamos en privado y a ser posible tomándonos un vino que es como se hacen bien las cosas en nuestro país. Vosotros nos contáis y nosotros os escuchamos. Después brindamos. Porque cada proyecto se celebra, pequeño o grande todos son dignos de celebración.
Cualquier duda, proyecto, idea o «paja mental» puedes consultárnosla ya. Sin miedo porque el miedo no sirve para nada.
Si queréis compartirme permitido y agradecido está.
¿Y la corbata? Fina si eres delgado y estrecho y más ancha si tu espalda es tamaño armario y a partir de ahí haz lo que quieras.