13.50 p.m entrando por la puerta de mi humilde morada de alquiler.
Suena mi teléfono: Piribí, piribí, piribí
– Sí ¿diga?
– ¿Gonzalo Alonso?
– Sí, soy yo.
– Miré le llamábamos por lo de la oferta de trabajo.
– Sí
– Quería darle la enhorabuena porque su currículum es excepcional.
– ¡Ah! ¿sí? ¡muchas gracias!
– El problema es que su perfil es excesivo.
– ¿Cómo?
– Mire ¿cuántos años tiene?
– 34
– Sabe que pasa, si usted tuviese menos años se podría adaptar a nuestra oferta, pero con su formación y su edad entendemos que tal vez las condiciones que le ofrecemos no sean las más adecuadas.
– Mire usted yo por ahora años no me puedo quitar, ¡qué mas quisiera!.
– ¿Usted paga vivienda en Madrid, no?
– (Atónito ante la pregunta) Sí, pago un alquiler religiosamente.
– Es una pena porque si viviese con sus padres tal vez las condiciones sí podrían adaptarse a su nivel de vida.
– ¿Cóooooomorrrrr?
– (Se apaga el móvil). Pípiiiiiiiiiiiiiiiiiii…
Muy señora mía.
Pertenezco a esa generación en la que la mayoría de los jóvenes bien por devoción, por fe, o por obligación fuimos a la universidad en busca de un futuro que según nuestro predecesores sería prometedor. Cuando de allí salimos seguimos formándonos con grados, postgrados, cursos y recursos de todo pelaje. Fuimos saliendo adelante como buenamente hemos podido y en la mayoría de los casos con el apoyo de nuestras generaciones anteriores.
Hemos sido trainees y becarios sin cobrar un mísero euro. Hemos trabajado muchos días y muchas horas por unos sueldos con los que en mi caso no podría haber pagado ni medio mes de vida. Hemos compartido pisos (algunos seguimos haciéndolo). Hemos comido salchichas y macarrones muchos días al mes. Hemos hecho botellón para ahorrarnos los 6 € de una copa…Cuando por fin parecía que comenzábamos a estabilizarnos y el destino quería devolvernos lo que con esfuerzo habíamos sembrado llegó la crisis. ¡Vuelta a empezar!.¡Vuelta al estudio!.¡Vuelta a compartir piso!.¡Vuelta al botellón!. ¡Vuelta a los macarrones!. ¡Vuelta a las salchichas!
Creo que ya es suficiente. Señorita “Mindungui” me siento muy halagado por lo que ha dicho de mi currículum, pero me parecen una falta de respeto hacia mí, hacia mi familia y hacia mis compañeros este tipo de preguntas, así que, y como el teléfono se cortó y yo no puedo decírselo en persona (mi educación no me lo permitiría), va desde aquí: ¡Váyase un poquito a la mierda!. ¡Buenas tardes!.
P.D: A todos los que estos días estáis estudiando mucho ánimo, pero esto es lo que tenemos ahora mismo.
Que fuerte!! Las preguntas. La llamada. La interlocutora. La respuesta… Ahora el mejor curriculum es vivir con los padres.
Muchas gracias : )
Hola!
Antes de nada enhorabuena por el blog 🙂
A mi no me han llamado en este plan pero si he conocido un caso en el que, por excesiva titulación, le recomendaron poner en el cv menos formación. Si al final, la cosa va ser que cuanto menos formados e independizados mejor…
Un saludo y gracias por el follow!!
Esperemos que las cosas empiecen a cambiar : )