LOS AMANTES PASAJEROS

Sí, voy a tomar prestado el título de la última película de Almodóvar para mi post de hoy. El lunes fui a verla. No soy yo muy fan de este director pero tras leer las críticas, en vez de salir corriendo, decidí pagar una entrada. ¿Por qué? pues porque prometían risas y en esta etapa de mi vida necesito dos cosas: reírme y que me abracen. Tengo que reconocer que sí me reí, y bastante, pero nada más.  Definitivamente a Almodóvar le pasa como a Garci, a éste si le quitan la Guerra Civil española sería incapaz de hacer ni una sola película. Al primero si le sacan “su universo rosa chicle” y “el costumbrismo manchego” estaría hoy por la mañana fichando en el INEM.

Dos puntos a su favor, los actores Lola Dueñas y Javier Cámara y saber que el aeropuerto de Castellón sirvió para algo, para rodar una película de nuestro director más internacional. Esto sí es orgullo patrio y lo demás, tonterías.

Y hablando de pasajeros, en unas horas por obra y gracia de unos padres y un abuelo generoso yo me convertiré en uno de ellos. A las 9 y media de la noche cogeré un vuelo destino a las que se hacen llamar “islas afortunadas”. Viajaré en una compañía de esas “low cost” y que aunque el precio es bajo, el trayecto lo pagas a coste de tortura china entre bingos, ventas varias y unos asientos mínimos en los que estirar las piernas supone calambrazo seguro.

Hoy mi hermana me manda fotos de mi pueblo completamente nevado, As Pontes. En Madrid hace sol, pero el termómetro a duras penas supera los 2 grados, y en 24 horas yo estaré con el bañador puesto. Miro mi maleta y me siento extraño, un tumulto de sensaciones que hacen que me plantee varias preguntas: ¿me voy de vacaciones?, pero a mí me habían dicho que las vacaciones son un merecido descanso para aquellas personas que trabajan ¿y yo trabajo? pues no, o sí,  intentar, lo intento. Por lo tanto yo no sé si soy merecedor de esto, pero la vida a veces es justamente injusta, o injustamente justa. Decididamente no le voy a dar más vueltas que me mareo, y para marearse todavía faltan 12 horas.

En este viaje no me llevo el ordenador, ni Internet, por lo que en los próximos nueve días estaré a medio gas. Un poco conectado y un poco no. Sólo daré respuesta a ofertas de trabajo, mensajes de cariño y giros postales si a alguien le apetece. Y ahora sí, os dejo por unos días prometo en mi vuelta mostraros fotos, y me gustaría encontrarme mi muro de Facebook, mi timeline de Twitter o mi bandeja de entrada llena de noticias positivas, novedades que me hagan reír y mensajes de cariño porque a fin de cuentas, al final este viaje es una huida temporal con la esperanza de que en mi regreso, como ocurría en la película, todo esto que está pasando en nuestro país, y también en mi vida, sea eso, pura ficción: Almodovariana con su costumbrismo y su universo rosa, rosa chicle.

 

Un comentario en “LOS AMANTES PASAJEROS”

  1. 🙂
    Me encantará hacerte descubrir a un Almodóvar totalmente distinto. Sé que no tienes los mismos referentes culturales que yo (y yo españoles no tengo muchos, ya lo sabes) pero eres permeable a mis historias y cómo me las monto. Los Amantes es mucho más que mariconerío zafio en un avión… Retomaremos esto a mi vuelta. Desconecta, disfruta y mi abrazo (virtual) te lo mando en este comentario.

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